Madame de Pompadour
Jeanne-Antoinette Poisson, duquesa-marquesa de Pompadour y marquesa de Menars, con paridad francesa, conocida como Madame de Pompadour (París, 29 de diciembre de 1721 – † Versalles, 15 de abril de 1764), fue una muy famosa cortesana francesa, la amante más célebre del rey Luis XV, además de una de las principales promotoras de la cultura durante el reinado de dicho rey.
La joven Jeanne-Antoinette Poisson se casó en 1741 con Carlos Guillermo Le Normant d’Étiolles, sobrino de su tutor. Sus coetáneos la consideraron muy hermosa, con una pequeña boca y un rostro ovalado animado por su vivacidad. Su joven esposo se enamoró perdidamente de ella y la presentó en los círculos mundanos de París. La pareja se instaló en un castillo que puso a su disposición el rico Tournehem, en Étiolles. En 1741 nació su hijo que murió prematuramente, y en 1744 nació su hija, llamada Alexandrine.
El cardenal de Fleury, que gozaba de toda la confianza del rey y que dirigió personalmente todos los asuntos reales, murió en 1743. El círculo de influencia que comprendía a los banqueros Hermanos Pâris y al Cardenal de Tencin, su hermana la marquesa de Tencin y el mariscal Richelieu, encontró entonces del momento oportuno para situarse cerca de Luis XV. La joven Jeanne-Antoinette, que estaba próxima a los Pâris, se brindó para seducir al rey y favorecer ese acercamiento. La estrategia planificada funcionó perfectamente y sus resultados se confirmaron en 1745.
Este año, Jeanne-Antoinette fue invitada en febrero a un baile real de máscaras que se celebró con ocasión de la boda del hijo del rey. Presentada al rey Luis XV, que cae rápidamente enamorado de ella, es presentada oficialmente en la Corte de Versalles en septiembre de 1745, convirtiéndose en su «favorita oficial». Luis XV le otorga, poco después, los marquesados de Pompadour y de Ménars, con paridad francesa. Agasajada por el rey, sus visitas a palacio menudearon hasta que Luis XV la instaló en el Palacio de Versalles. En julio, el rey le concedió el dominio de Pompadour, acompañado del título de marquesa, y la separó legalmente de su marido. El 14 de septiembre fue presentada oficialmente en la corte. Tenía 23 años. Recibió posteriormente el título de duquesa, con derecho al escabel (sentarse frente a la reina) pero nunca hizo uso de él y continuó utilizando el rango de marquesa.
Pese a que compartió la cama del rey sólo durante algunos años (sus encuentros íntimos cesaron en el invierno de 1751), nunca perdió su condición de favorita, de «amiga necesaria», de confidente hasta el final de su vida.
Para conservar su posición de favorita oficial alentó la inclinación del rey por las damitas ligeras, muy jóvenes y hermosas. Durante su «reinado» de veinte años, mantuvo unas relaciones muy cordiales con la reina. Madame de Pompadour preparaba, asimismo, todos los informes entre el rey y sus ministros, haciéndoles ir a sus apartamentos.
Apoyó la carrera del cardenal de Bernis y del duque de Choiseul, aconsejó al rey en las alianzas entre Prusia y Austria que conllevaron la Guerra de los Siete Años, la batalla de Rossbach y la pérdida de Canadá.
Con su marido, Carlos Guillermo Le Normant d’Étiolles, tuvo una hija educada a semejanza de las princesas reales, llamada Alexandrine, que deseaba casar con alguno de los numerosos bastardos de Luis XV. Pero ante su reticencia se resignó a prometerla al duque de Picquigny, hijo del duque de Chaulnes, Par de Francia y descendiente de una familia de la ilustre casa de Luynes. Alumna desde los seis años del convento de la Asunción, donde las hijas de la alta nobleza eran educadas, la joven murió a los nueve años de una peritonitis aguda. La marquesa, muy afectada, nunca se repuso de la pérdida de su única hija.
En efecto no tuvo más hijos. De su relación con el rey, Madame de Pompadour sufrió dos abortos en 1746 y 1749. Su ex marido Le Normant, en desquite, vivió con su amante, una bailarina, con la que se casó cuando la marquesa murió. Toda la familia fue encarcelada durante el Terror. Carlos Guillermo tenía entonces 74 años.
Madame de Pompadour llevó una vida muy ajetreada, organizando múltiples eventos para el rey, y murió joven de tuberculosis. También se dice que fue envenenada por Dubarry.
Impulsora de la cultura
La marquesa de Pompadour favoreció el proyecto de la Enciclopedia de Diderot y protegió a los enciclopedistas (podemos ver en su retrato, detrás, algunos tomos de L’Enciclopedie). Dio trabajo al pintor Boucher y a numerosos artesanos en la manufactura de porcelana de Sèvres. Organizó, en la corte, toda clase de espectáculos, protegió a los escritores, aprendió a bailar, grabar y a tocar la guitarra (se la puede ver retratada en la pintura de arriba con una partitura en la mano y una guitarra en el fondo). Supervisó la construcción de monumentos tales como la Plaza de la Concordia y el Pequeño Trianón. Poseía varios palacios y castillos, entre los cuales, como residencia parisina, el Hôtel d’Evreux, mucho más conocido ahora bajo el nombre de Palacio del Elíseo.
Varias leyendas rodean el personaje de la marquesa de Pompadour. Se dice que tenía una verdadera pasión por la sopa de trufas y apio bañados en tazas de chocolate ambarino «calentando los espíritus y las pasiones». Además propició el consumo del champán el cual decía que aumentaba su belleza. Se dice que la copa de champán fue modelada sobre el pecho perfecto de la marquesa. En un ámbito diferente, Madame de Pompadour, tratando de consolar el rey después de la derrota de Rossbach, hubiera hecho esta observación quedada famosa : «Au reste, après nous, le déluge.» («Por lo demás…, después de nosotros, que caiga el Diluvio…»).
El 15 de abril de 1764, agotada por veinte años de vida en la corte, se apagó en Versalles, a la edad de 42 años. Viendo la lluvia en el momento de la salida del ataúd de su amante de Versalles, Luis XV dijo esta cínica frase: «La marquise n’aura pas beau temps pour son voyage.» («La marquesa no tendrá buen tiempo para su viaje.»).