LA TABERNA ASIÁTICA MÁS CANALLA
Spicy supone un viaje hasta el corazón del street food de Asia, donde las recetas se comparten y se toman bajo la luz de destellantes neones.
Barcelona, 17 de febrero de 2020 – Los enamorados del Asia más underground y gamberraestán de enhorabuena: Spicy, una peculiar taberna oriental emplazada en el barrio barcelonés de Sant Antoni, supone un viaje hasta el corazón del street food de China, Corea, Japón, Indonesia, Singapur o Tailandia. Aquí, como en sus países de origen, las recetas se comparten y se toman bajo la luz de destellantes neones en un ambiente con infinidad de referencias del universo anime y de la cultura asiática junto a grafitis, tigres o dragones.
La idea surgió en la mente de Francis Manresa, el director del establecimiento, mientras cursaba sus estudios en Hong Kong y aprovechaba para recorrer el continente. Le impresionaron el ritmo trepidante de las grandes urbes asiáticas, su amalgama de ruidos, la cantidad improcesable de inputs y el futurismo entremezclado con la tradición. Y quiso trasladar esa atmósfera hasta Barcelona, idea que se materializó en julio de 2018 con la apertura de Spicy.
De sus fogones emergen sabores tradicionales de China, Japón y Corea junto con platos tailandeses o de Singapur. Se trata de recetas originales en las dos acepciones del término: respetan la elaboración propia del país de origen a la vez que se trata de platos únicos que no se ven a menudo en otros restaurantes asiáticos de la ciudad. Así, por ejemplo, junto a las clásicas gyozas, los rollitos de primavera o los dumplings, que no pueden faltar en una propuesta de estas características, encontramos platos tan especiales como el Chilli Crab Bao (bao de cangrejo “softshell” rebozado con salsa chili), el Tteokbokki (pastel de arroz, verduras, huevo y chili coreano) o el Tangsuyuk (cerdo frito agridulce coreano). El Pork Belly Ssam, por otro lado, se trata de cerdo al vapor con salsa hoisin que se come con las manos con la ayuda de hojas de lechuga, mientras que el Batayaki se sirve de una base de mantequilla y sake para rehogar una deliciosa mezcla de setas asiáticas,
No conviene asustarse por el nombre del local al que se bautizó como Spicy más en referencia a su atmósfera rompedora que a la cantidad de picante de su carta. Si bien los amantes del picante tendrán en recetas como el Ebi Chilli (langostinos salteados en una salsa de chili con kimchi) su mayor perdición, la mayoría de los platos no suponen ningún peligro para aquellos que no gusten de abrasarse el paladar.
Además, Spicy cuenta con una extensa carta de cócteles ideada tanto para acompañar los sabores de su carta como para alargar la velada disfrutando del ambiente del lugar tras la cena. La carta líquida, diseñada a partir de cócteles europeos que se han orientalizado mediante ingredientes propios de Asia, incluye propuestas tan interesantes como el Tokyo Ghoul, a base de ron, fruta de la pasión, piña y jengibre o el Dragon Sperm, un delicioso cóctel en el que ginebra y Midori (licor de melón) mezclan sus aromas con los de la manzana y el lychee.
Espacio
En lo referente a la decoración, lo primero que llama la atención es el gran dragón de neón que se encuentra nada más rebasar el umbral de la puerta. Custodiado por dos sillones en los que la práctica totalidad de los clientes quieren sentarse para tomarse una foto, se trata sin lugar a dudas del rincón más instagrameable del local.
Una vez dentro, el protagonismo recae sobre las oscuras paredes sobre las que se extiende un collage con muy diversas referencias que van desde la caligrafía hasta el anime, sin olvidar personajes de fisonomía asiática, dragones o tigres. Del techo cuelgan decenas de farolillos chinos y sobre la cocina a la vista que preside el establecimiento se proyecta un visual con flashes de películas antiguas asiáticas, anime o combates de sumo. Al lado de la barra y bajo el visual, encontramos los platos y cócteles de la semana, que permiten probar sugerencias fuera de carta.
En el rincón opuesto a la entrada, se encuentra un privado para 12 o 14 personas al que se accede a través de una puerta de una antigua escuela de Jiu Jitsu. En el interior, una de las paredes se cubre con una enorme fotografía de un equipo de futbol asiática a la que se han añadido elementos nuevos modificando rostros u otras áreas.
La luz tenue rota por la intensidad de los neones y una acústica en la que predominan el rap, el hip hop y el funky, así como un personal en el que tatuajes, piercings y estilo roquero son la norma, acaban de conformar una atmósfera única en la ciudad.
Horario de apertura: de lunes a domingo de 20:00 a 24:00 horas.
Más información en http://spicyvolx.com/