Un año más, el último domingo de octubre se lleva a cabo el cambio de hora para adaptarse al horario de invierno. La noche del sábado al domingo se tendrán que retrasar los relojes una hora: a las tres de la madrugada volverán a ser las dos.
El objetivo de este cambio es aprovechar más la luz del sol y consumir menos electricidad. Se sigue en todos los estados de la Unión Europea. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, se calcula que el cambio de hora permite ahorrar 300 millones de euros.
El horario de invierno se mantendrá hasta el último domingo de marzo; entonces, se tendrá que adelantar el reloj una hora para adaptarse al horario de veran