Ingrid Bergman
Ingrid Bergman (Estocolmo, 29 de agosto de 1915 – Londres, 29 de agosto de 1982) fue una actriz sueca galardonada con 3 premios Óscar —igualada por Meryl Streep en 2012 y sólo superada por Katharine Hepburn con cuatro estatuillas— y 5 Globo de Oro, además fue la primera ganadora del Premio Tony como mejor actriz. Considerada uno de los mitos del séptimo arte, según la lista realizada por el American Film Institute es la cuarta estrella más importante en la historia del cine. Es probablemente una de las actrices más prolíficas del siglo XX, debido en parte a que desarrolló su carrera en cinco idiomas (sueco, alemán, inglés, italiano y francés) y actuó en cine, teatro y televisión en Suecia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Italia, Francia, España e Israel. Falleció el día de su 67.º cumpleaños, tras librar una larga batalla contra el cáncer de mama.
Quedó huérfana de madre cuando tenía tres años y su padre, Justus, murió once años después. Su infancia transcurrió en la casa paterna, luego con una de las hermanas de su padre (fallecida solamente seis meses más tarde) y finalmente con otro tío paterno, Otto, y su familia. Su madre era de origen alemán (Hamburgo).
Decidió hacerse actriz para combatir su extrema timidez, «soy más yo misma cuando soy otra persona» —decía—, y dio sus primeros pasos en el cine como extra a los 16 años, pero su verdadera meta era el teatro. Su primera oportunidad para actuar se la dio Greta Danielsson, una antigua amiga de su padre, que le ofreció un papel como extra. En 1933 fue elegida entre cientos de aspirantes para estudiar en The Royal Dramatic Theater School, donde también estudió Greta Garbo. Gracias a su padre, Justus, que tenía una tienda de fotografía, al morir, se lo dejó todo a su hija asegurándose que ella tuviera dinero para convertirse en actriz.
Cuando Ingrid le dijo a su tío Otto que quería ser actriz, este se opuso, pues en aquella época ser actriz estaba mal visto. Él pensaba que como se le daban tan bien los estudios, no necesitaba ser actriz, pero como Ingrid insistía, su tío la hizo prometer que si se presentaba y no era escogida, no lo volvería a intentar. The Royal Dramatic Theater School requería a cada actor que representara tres piezas, después los jueces seleccionarían dos de ellas, si el aspirante era rechazado se le daba un sobre marrón y si era aceptado, un sobre blanco. Ingrid decidió representar una comedia. Mientras actuaba, los miembros del jurado no parecían verle la gracia, ni siquiera prestaban mucha atención. De pronto, tras la primera lectura, le dijeron que podía retirarse sin darle la oportunidad de la segunda. Más de medio siglo después Ingrid recordaba su desengaño:
Su primera película, Munkbrogreven (1934) con 19 años.
Cuando abandonaba el escenario estaba de luto, me encontraba en un funeral. El mío. Era la muerte de mi yo creativo. Tenía el corazón roto de veras. Al salir a la calle, Estocolmo, que siempre me había parecido tan hermoso, ya no lo era, y los actores y actrices que esperaban a recoger su sobre, se reían y burlaban de mi, ¨¿Por qué no lo has cogido?’me preguntaban entre risas. Cada vez me sentía peor. Aunque casi no veía nada porque tenía los ojos llenos de lágrimas. Cuando llegué a casa, me estaban esperando mis primas, me dijeron que había llamado un actor amigo de ellas que había participado en las pruebas. Él había conseguido un sobre blanco y preguntó que por qué yo no había recogido el mío. Le pregunté si sabía de qué color era mi sobre. Me dijo que era blanco. Salí volando. Corrí todo el rato hasta recoger mi sobre blanco. Estaba entusiasmada. Llevada por la agitación, rompí el papel de dentro al abrir el sobre. Años después conocí a uno de los miembros del jurado y le pregunté por qué habían interrumpido mi lectura tan pronto. Él me dijo: “Nos encantó su seguridad y su impertinencia. Hablamos y no vimos ninguna necesidad de perder el tiempo. Sabíamos que era fabulosa y tenía un talento innato. Su futuro como actriz estaba asegurado”. Aquella noche, cuando me enteré de lo del sobre blanco, fue la noche que cambió mi vida.
Su primera película fue Munkbrogreven de Edvin Adolphson. En 1937 se casa con el dentista Petter Lindström, relación de la que nace su hija Pia Lindström. Petter la anima a hacer una película en Alemania. Durante el rodaje de El pacto de las cuatro, Ingrid conoce a Goebbels, quien intenta convencerla para que haga películas para el III Reich, dado que era medio alemana y sabía el idioma. Su sexta película Intermezzo tuvo mucho éxito e hizo que un importante productor de Hollywood comprara los derechos de la película para que Ingrid la hiciera en inglés.
Debut en Estados Unidos
En 1939, y después de protagonizar una docena de películas en Suecia, se traslada a los Estados Unidos para protagonizar la nueva versión de Intermezzo producida por David O. Selznick.
En 1942 se convierte en una de las estrellas de la época al protagonizar junto a Humphrey Bogart la película de Michael Curtiz Casablanca. 1943 supone el año en el que recibe su primera candidatura a los Óscar, en este caso por su brillante labor en la película Por quién doblan las campanas, aunque pierde el premio ante Jennifer Jones por La canción de Bernadette. Sin embargo, Ingrid Bergman se muestra satisfecha y declara públicamente frente a Jennifer Jones: Tu Bernadette es mejor que mi María…. No obstante, al año siguiente obtiene el Óscar a la mejor actriz, esta vez por su papel en Luz que agoniza. En 1945 recibe su tercera candidatura consecutiva a los Óscar, esta vez por la película Las campanas de Santa María. La actriz recibiría su cuarta candidatura a los Óscar en la categoría de mejor actriz en 1948, por su papel en Juana de Arco.
En 1949 Ingrid ve la película que cambiaría su vida y su a carrera como actriz, Roma, città aperta de Roberto Rossellini. La película le gustó tanto que decidió escribir una carta3 a Rossellini expresándole su deseo de trabajar en alguna de sus películas. Cuando Rossellini recibe la carta va a Estados Unidos para conocer a Petter y a Ingrid.
En 1949 se traslada a Italia con 300 dólares y pensando volver en unos meses (esos meses se convirtieron en años), para rodar a las órdenes de Roberto Rossellini la película Stromboli. Durante el rodaje comienza una relación con el director italiano. Fruto de esta relación, Bergman queda embarazada de su hijo Roberto (que nacerá el 2 de febrero de 1950), lo que provoca un gran escándalo en Estados Unidos. El vicepresidente y director de Códigos de Producción, Joseph Breen, le pidió que desmintiera los rumores de que estaba a punto de divorciarse y abandonar a su primera hija para casarse con Rossellini. Fue criticada por la Iglesia Luterana de Suecia y sacerdotes de la Iglesia Católica, sobre todo en Estados Unidos, y también recibió cartas de personas que pensaban que debía ser quemada en la hoguera, no como Juana de Arco, sino como una bruja.2 El escándalo fue tal que incluso provocó que la actriz fuera declarada persona non grata en territorio estadounidense, lo que hizo que se exiliara en Italia, dejando a su primer marido y a su primera hija en Estados Unidos.
Me llegaban cartas atroces, cada sobre iba lleno de odio. En algunas ponía que yo ardería en el infierno por toda la eternidad. Otras decían que era una agente del diablo y que mi pequeño era hijo del diablo. Y aun otras que mi bebé nacería muerto o sería jorobado. Hablaban de toda clase de horrorosas deformaciones que afectarían a mi hijo. Me llamaban puta y fulana. No podía creer que me odiara tanta gente. Al margen de lo que pensaran sobre mi vida, se trataba de mi vida privada, y yo no les había hecho nada. Estaba en estado de shock. Llegaban cartas de todas partes, pero la mayoría de América. América es muy grande, así que había gente para escribir cartas de todas clases. Roberto me preguntaba por qué las leía si me afectaban tanto. Decía que era como leer reseñas de críticos a quienes nunca les gusta tu trabajo. ¿Qué sentido tiene? Yo le respondía que era el único modo para encontrar cartas de amigos que me animaban y me apoyaban, decía Ingrid Bergman.
Después de separarse de Lindström y tras el nacimiento de su hijo, la actriz y Rosellini se casaron el 24 de mayo de 1950. Con el director italiano tuvo además otras dos hijas en 1952, las gemelas Isabella e Isotta. Finalmente, se separó de Rossellini en 1957. Durante su estancia en Italia trabajó en seis películas dirigidas por su marido, Stromboli, Europa ’51, Siamo Donne, Viaggio in Italia, Giovanna d’Arco al Rogo y La Paura; en su momento estas películas fueron fracasos de público y de crítica, aunque más tarde fueron revalorizadas, especialmente gracias a la crítica europea y a los creadores de la Nouvelle Vague francesa.
Los fracasos de su trabajo conjunto con Rossellini llevaron al matrimonio a una crisis artística y financiera, y así fue que en 1956 Rossellini le permitió trabajar bajo las órdenes del maestro Jean Renoir en Elena et les hommes con el que el éxito volvió a sonreírle. Ese mismo año protagoniza en Inglaterra la película Anastasia por la que ganaría su segundo Óscar como mejor actriz, que su amigo Cary Grant recogió en su nombre. El éxito lo redobla con su triunfo en las tablas en París, en Té y simpatía de Robert Anderson, durante la temporada 1956-57. En 1959 volvió por primera vez a Hollywood después del escándalo de su matrimonio para presentar el Óscar a mejor película en la 31.ª Edición de la ceremonia de entrega de los Premios de la Academia. La sala la recibió con una cerrada ovación. El 23 de diciembre de 1958 se casó con el productor teatral sueco Lars Schmidt.
A partir de entonces comenzó a alternar películas en Estados Unidos y en Europa, así como apariciones ocasionales en dramas televisivos y en obras de teatro. De ese período destacan sus labores en Otra vuelta de tuerca (1959), por la que recibe su primer premio Emmy; Hedda Gabler (1962, que la reúne con un brillante elenco junto a Sir Michael Redgrave, Sir Ralph Richardson y Trevor Howard); La visita (1964); Stimulantia (episodio «El collar», filmado a fines de 1964 sobre un relato de Guy de Maupassant que la reunió con su antiguo compañero de la Escuela de Arte Dramático, Gunnar Björnstrand, dirigidos ambos por el viejo mentor de Ingrid, Gustaf Molander, en la que fuera su última labor para el cine); La voz humana (1966); Flor de cactus (1969, con la que regresó por primera vez a filmar en Hollywood luego de veinte años de exilio); Cuestión de tiempo (1976, película también titulada Nina, junto a Liza Minnelli, y dirigidas ambas por Vincente Minnelli, en una película en la que además tenía una inolvidable escena junto a Charles Boyer y en la que actuaba su propia hija, Isabella Rossellini en su debut en las pantallas y era maquillada por su gemela, Ingrid Isotta Rossellini); Sonata de otoño (1978, dirigida por Ingmar Bergman, considerada por muchos su mejor labor en las pantallas). En 1974, Bergman recibe su tercer Oscar, esta vez en la categoría de mejor actriz de reparto, por su participación en la película Asesinato en el Orient Express.
En 1975 se le diagnosticó un cáncer de mama y en ese mismo año se divorció de Lars Schmidt. A pesar de su frágil salud siguió trabajando a tiempo completo.
Ingrid Bergman y Yossi Graber en Una mujer llamada Golda (1982). Por su labor, Bergman obtuvo un Premio Emmy y un Globo de Oro a la mejor actriz de miniserie o telefilme.
Su última candidatura a los Óscar la recibió en 1978 por su papel en Sonata de otoño, del director sueco Ingmar Bergman. A fines de 1981 se trasladó a Israel para la filmación de la miniserie Una mujer llamada Golda sobre la vida de Golda Meir. Las nueve semanas de rodaje (terminado luego en Londres), significaron un enorme desafío para la actriz, entonces en su etapa terminal que cerraría su vida tan sólo meses después de finalizada la filmación.
A lo largo de su vida, tres directores marcaron su carrera cinematográfica: Gustaf Molander, quien la dirigió en siete películas y con el que fue proclamada mejor promesa del cine sueco en 1935; Rossellini, quien la dirigió en seis películas y fue su marido; y Alfred Hitchcock, que la dirigió en tres ocasiones siendo ya una consolidada actriz.
Recibió el galardón italiano Ruban d’Argento a la mejor actriz extranjera en dos ocasiones, por las películas Stromboli, de 1950, y Europa 51, de 1952.
También ganó el Premio Emmy (Óscar televisivo) por sus trabajos en Turn of the screw (1959) y Una mujer llamada Golda (1982). Por esta miniserie (su último papel) obtuvo además el Globo de Oro a la mejor actriz de miniserie o telefilme.
En teatro
Su labor en las tablas fue igualmente aclamada tanto en Suecia, donde debutó en los años 30, como en Broadway en donde interpretó Liliom de Ferenc Molnár (1940); Juana de Lorena de Maxwell Anderson (1946-47) y Mansiones señoriales de Eugene O’Neill (1967-68). Sus éxitos teatrales se extendieron en giras en los Estados Unidos con Anna Christie de O’Neill (1941); en toda Europa con Juana de Arco en la hoguera de Claudel y Honegger (1953-55); en Inglaterra, Estados Unidos y Canadá con La conversión del Capitán Brassbound de George Bernard Shaw (1971-72) y La esposa constante de Somerset Maugham (1973-75) además de sus éxitos en Francia con Té y simpatía de Robert Anderson (1956-57) y Hedda Gabler de Ibsen (1962-63) y en el West End de Londres con Un mes en el campo de Turguénev (1965-66) y Las aguas de la luna de N.C. Hunter (1977-78).
Murió de cáncer en Londres el día de su 67.º cumpleaños.