Ópera Garnier, también conocida como Palacio Garnier u Ópera de París, es uno de los edificios más característicos del XIX Distrito de París y del paisaje urbano de la capital francesa. Napoleón III ordenó su construcción al arquitecto Charles Garnier, quien lo diseñó en estilo neobarroco.
Desde su inauguración en 1857, la ópera fue llamada oficialmente Academia Nacional de Música — Teatro de la Ópera. Conservó su título hasta 1978, cuando fue renombrada Teatro Nacional de la Ópera de París. En 1989 la Compañía de la Ópera trasladó su sede al recién construido Teatro de la Bastilla y su vieja sede recibió el nombre de Palacio Garnier, donde permanece la Academia Nacional de Música. A pesar del cambio de nombre oficial y del traslado de la Compañía de la Ópera, el Palacio Garnier sigue siendo conocido popularmente por el nombre de Ópera de París. Comparable a la Scala de Milán, la Wiener Staatsoper, el Teatro Colón de Buenos Aires y la Ópera Semper de Dresde, es índice inequívoco de consagración y cita ineludible de quienes aman la música.
El rey Luis XIV autorizó al compositor Jean-Baptiste Lully para establecer la Academia real de Música en 1672, la gran institución de arte dramático francesa que comprendía ópera, ballet y música. Aunque la ópera conformó su propia compañía hasta 1669, el ballet de aquel tiempo era simplemente una extensión de ella, desarrollándose en forma independiente del arte dramático. Sin embargo, Luis XIV, uno de los grandes arquitectos de ballet barroco (forma artística que evolucionó a ballet clásico), estableció la escuela de ballet en 1661 como Academia real de Danza. Desde 1671 hasta la muerte de Lully, la escuela estuvo bajo la dirección del gran maestro de baile Pierre Beauchamp, el hombre que creó las cinco posiciones del pie.
En 1713 el rey Luis XIV hizo de la Compañía de la ópera una institución estatal, incluyendo una compañía de bailarines profesionales conocidos como el Ballet de la Ópera. Desde esa época hasta la inauguración del Palacio Garnier en 1875, la Academia real de Música tuvo trece teatros como sede principal, muchos de ellos fueron destruidos por incendios. A pesar de los nombres «oficiales» que recibieron hasta entonces, todos estos teatros fueron comúnmente conocidos como Ópera de París.
El Palacio Garnier fue designado parte de la gran reconstrucción parisiense del Segundo Imperio Francés, promovida por el Emperador Napoleón III, quien escogió al Barón Haussmann para supervisar las obras. En 1858 el Emperador autorizó a Haussmann a derrumbar los 12 000 metros cuadrados requeridos para construir el segundo teatro para las renombradas compañías de ópera y ballet de París. El proyecto se puso en competencia en 1861, y fue otorgado a Charles Garnier (1825–1898). La primera piedra fue puesta en 1861, seguida del inicio de las obras en 1862. Se dice que la esposa del emperador, la Emperatriz Eugenia de Montijo, preguntó a Garnier durante la construcción si el edificio tendría estilo griego o romano, a lo cual respondió: «¡Es en estilo Napoleón III, señora!».
La construcción de la Ópera tuvo varios contratiempos. La obra hubo de ser interrumpida al encontrarse cuevas con aguas subterráneas durante las excavaciones,1 las cuales tuvieron que ser absorbidas con bombas durante 8 meses. También se interrumpió después del desastre de la Guerra Franco-Prusiana, la caída del Segundo Imperio Francés y la Comuna de París de 1870. Durante esta época la obra continuó en forma esporádica e incluso se rumoreó que la construcción de la Ópera sería abandonada.
Aparece un incentivo para terminar de construir este edificio cuando la antigua Ópera de París, conocida como el Teatro de la Academia real de la Música (también conocida como Teatro de la Academia Imperial de Música), fue destruida por un incendio que duró 27 horas el 29 de octubre de 1873, dejando a París desesperada. Este teatro había sido la sede de la Ópera y Ballet parisina desde 1821, en ella se habían presentado las más grandes piezas maestras, y fue la sede en donde llegó a su apogeo el ballet romántico, al lado del Teatro de Su Majestad en Londres. Después de 1874, Garnier y su equipo de trabajo terminaron el teatro.
El Palacio Garnier fue oficialmente inaugurado el 5 de enero de 1875, con una espléndida ceremonia que incluía la presentación del tercer acto de la ópera La Juive, de Halévy, y extractos de la ópera Les Huguenots, de Meyerbeer. La compañía de ballet presentó un divertimento representado por el maestro de ballet Louis Mérante que consistía en la célebre escena de Le Jardin Animé de Joseph Mazilier, recreada de su ballet Le Corsaire.
Un poco más pequeño en escala que su predecesor, el Teatro de la Academia Real de Música, el Palacio de Garnier está conformado por 11 000 metros cuadrados, tiene una capacidad de aproximadamente 2200 espectadores y un extenso escenario para 450 artistas. Es un edificio muy vistoso, su estilo es monumental, opulentamente decorado con frisos multicolores elaborados en mármol, columnas y lujosas estatuas, muchas de ellas representando a deidades de la mitología griega. Entre las columnas de la fachada frontal del teatro, hay bustos en bronce de muchos compositores famosos, como Mozart y Beethoven. El interior está adornado en terciopelo, hojas doradas, ninfas y querubines. La araña de luces del auditorio central pesa más de seis toneladas. El área del techo alrededor de la araña tiene una pintura de 1964 hecha por Marc Chagall. Esta pintura ha sido materia de controversia, con muchas personas que sienten que desentona con el conjunto del resto del teatro.
En 1969 el teatro recibió nuevas instalaciones eléctricas y en 1978 parte del Foyer de la Danse original se convirtió en un nuevo espacio para ensayos de la Compañía de ballet, obra del arquitecto Jean-Loup Roubert. En 1994 comenzó la restauración del teatro, la cual consistió en la modernización de la tramoya y de las instalaciones eléctricas, mientras se restauraba y preservaba el decorado y se fortalecía la estructura del edificio. La restauración fue terminada en 2006.
En 2011, un restaurante diseñado por la arquitecta francesa Odile Decq, abierto diariamente de 7:00 a 0:00.
Trascendencia cultural
El Palacio y las cuevas subterráneas fueron los escenarios en donde transcurrieron los hechos que Gastón Leroux nos narra en su novela El fantasma de la Ópera, que ha dado lugar a un musical y varias películas.
El Teatro Nacional de Río de Janeiro fue inspirado en las líneas y formas del teatro de Garnier.
El «Teatro del Fantasma», en el Hotel Venecia de Las Vegas, fue construido a semejanza de la Ópera Garnier.
La película biográfica María Antonieta de Sofia Coppola usa la entrada principal y la gran escalera del Palacio en la escena del baile de máscaras. Curiosamente, éste aún no existía durante la época de la Reina María Antonieta y solo se terminó en 1875.
El edificio fue reproducido en el juego de simulación urbana SimCity 4 como la Casa de la Ópera, la cual se puede poner en la ciudad como un premio.
El Palacio se utilizó en la película animada Anastasia, cuando uno de los personajes observa el Ballet Ruso representando Cenicienta.
El Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, fue diseñado con la consigna de rivalizar con la Ópera de París.
El nivel «Courtains Down» del juego Hitman: Blood Money, se desarrolla al interior de este teatro.
La Opera de París aparece en una de las pistas urbanas de Gran Turismo
El Aula Magna o Anfiteatro del Colegio Nacional Buenos Aires, de Buenos Aires, está inspirada en la Ópera Garnier.
El Segundo Teatro de la Victoria de Valparaíso, Chile, construido en 1886, se inspiró en la ópera Garnier, siendo una versión más reducida. Esta construcción se destruyó con el terremoto de 16 de agosto de 1906.