Empieza la celebración de los 120 años de La Italiana Rivali



La Italiana Rivali, el primer obrador de pasta fresca y tienda de productos italianos de Barcelona arranca un aniversario muy especial compartiendo con amigos y clientes un panettone gigante maridado con muscato d’asti 



Hace ya 120 años que La Italiana Rivali abrió sus puertas en la calle Bonsuccés, en los que se ha convertido por derecho propio en parte de la historia de la ciudad, ofreciendo productos elaborados de manera artesanal con recetas que han pasado de generación en generación. Carla Rivali -al frente de la tienda y los fogones-, Gerard Vilà en el obrador de pasta, junto a su equipo, se encargan de ello. 



Durante los próximos meses lo celebrarán con diferentes actividades relacionadas con los productos más populares de este comercio con valor histórico y parte de  la Ruta de Comercios Emblemáticos de Barcelona. Los actos empezaron el pasado sábado 16 de noviembre, con la apertura de un panettone de 10 kilos al estilo tradicional elaborado especialmente para la ocasión por la prestigiosa -y también prácticamente centenaria- Casa Flamigni. El merecido brindis lo puso Casa Martelleti con su muscato d’asti, un vino perfecto para combinar con dulces navideños. 



Un poco de historia
Attilio Rivali y su familia trasladan desde Génova a Barcelona su negocio de exportación e importación de productos italianos por Latinoamérica, e inauguran la fábrica de pasta fresca artesana, como innovadores en la ciudad Condal en 1904. “Al principio solo se hacía pasta larga de huevo y de espinacas, ravioli y cappelletti  rellenos de carne, y unos de espinacas con queso de parma”, cuenta Carla Rivali, cuarta generación familiar actualmente al frente de la tienda. Entrar en La Italiana es un verdadero viaje en el tiempo: mármoles, cajoneras, y las estanterías altas que antiguamente se usaban como almacén permanecen como el primer día. 

Un dulce para cada temporada y una bodega para acompañarlos
Si pasas por La Italiana cerca de Navidad, te sorprenderá la cantidad y variedad de panettone que ofrecen, algunos de ellos en latas y envases que los convierten en un regalo perfecto. “En Italia puedes comprar algunos muy buenos en tiendas especializadas, preparados por grandes maestros”, explica Carla, que también apuesta por el pandoro. Chocolates y turrones artesanos en diferentes formatos y otros dulces en pequeño o gran formato llenan las estanterías de la tienda en esta época del año. En la bodega tienen a partes iguales vinos nacionales e italianos. “Estoy intentando coger bodegas pequeñitas y con historia, con referencias que no cuesten más de 15 euros, porque creo que es el justo precio de un buen vino para el día a día”, cuenta Carla. 



Cinco eventos en cinco meses para celebrar 120 años 
En este aniversario tan especial, todo está pensado para disfrutar con la familia, clientes y amigos, “que a veces todo está un poco mezclado”, sonríe Carla. Después de la degustación de panettone, en diciembre la protagonista será la mortadella; en enero habrá una gran sorpresa relacionada con un ingrediente clásico de la Navidad catalana, y el nuevo año traerá un antipasti popular y cata de vinagre de Módena. “Queremos disfrutarlo juntos, también con mis padres y las diferentes generaciones de familias que llevan muchos años -¡algunas un siglo!- confiando en nosotros”, remata Rivali, la cabeza y el corazón de la tienda. Una institución gastronómica ligada ya para siempre a la ciudad de Barcelona.