Día Mundial del Teatro 2014 : 27 de marzo

 

 

El Día Mundial del Teatro (World Theatre Day) se celebra todos los años el 27 de Marzo.

El día Mundial del Teatro se creó en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro (IIT). Se celebra anualmente el 27 de Marzo por los centros del IIT y la comunidad teatral internacional. Se organizan distintos eventos de teatro nacional e internacional para resaltar esta ocasión. Uno de los más importantes es la distribución del Mensaje Internacional tradicionalmente escrito por una personalidad del teatro de talla mundial invitada por el Instituto Internacional del Teatro.

 

Brett Bailey será el encargado de leer y escribir el mensaje por el del Instituto Internacional de Teatro para el Día Mundial del Teatro.

 Es un dramaturgo sudafricano, diseñador, director, creador de instalaciones y director artístico de THIRD WORLDS BUNFIGHT. Ha trabajado por toda Sudáfrica, en Zimbabwe, Uganda, Haití, la República Democrática del Congo, Inglaterra y en Europa.

Sus aclamadas e iconoclastas obras, en las que se interroga sobre las dinámicas del mundo post-colonial, incluyen BIG DADA, IPI ZOMBI?, iMUMBO JUMBO, medEia y ORFEUS. Sus performances incluyen EXHIBITs A & B.
Sus obras se han representado en Europa, Australia y África, y ha ganado varios premios, incluyendo la medalla de oro por el diseño en la Quadrennial de Praga (2007).
Ha dirigido la inauguración del World Summit on Arts and Culture en Johannesburgo (2009) ; y del 2006 al 2009, las ceremonias inaugurales del Harare International Festival of the Arts. Del 2008 al 2011 ha sido curador del único festival de arte público de Sudáfrica “Infecting the City”, en Cape Town. En el 2014, él será el encargado de leer y escribir el mensaje por el del Instituto Internacional de Teatro por el Día Mundial del Teatro.

 

 

 

Mensaje Internacional Día Mundial del Teatro 2014
Brett Bailey

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Donde exista la sociedad humana, el irreprensible Espíritu de la Representación se manifiesta

Bajo los árboles en pequeños pueblos, y en los escenarios altamente tecnificados en metrópolis globales; en pasillos de escuelas y en campos y en templos; en barriadas, en plazas públicas, en centros comunitarios y en sótanos de ciudades del interior, la gente es atraída para compartir en el efímero mundo teatral que creamos para expresar nuestra complejidad humana, nuestra diversidad, nuestra vulnerabilidad, en carne viva, y aliento, y voz.

Nos reunimos para sollozar y para recordar; para reír y contemplar; para aprender y para afirmar y para imaginar. Para maravillarnos de la destreza técnica, y para encarnar a los dioses. Para capturar nuestro aliento colectivo en nuestra habilidad para la belleza y la compasión y la monstruosidad. Venimos a energizarnos, y a empoderarnos. Para celebrar la riqueza de nuestras diversas culturas, y para disolver las fronteras que nos dividen

Donde exista la sociedad humana, el irreprensible Espíritu de la Representación se manifiesta. Nacido en la comunidad, lleva las máscaras y las vestimentas de nuestras diversas tradiciones. Utiliza nuestros lenguajes y ritmos y gestos, y aclara un espacio entre nosotros.

Y nosotros, los artistas que trabajamos con este espíritu ancestral, nos sentimos obligados a canalizarlo a través de nuestros corazones, nuestras ideas y nuestros cuerpos para revelar nuestras realidades en toda su mundanidad y brillante misterio.

Pero en esta era en la que tantos millones luchan por sobrevivir, están sufriendo bajo regímenes opresores y de un capitalismo depredador, están huyendo de conflictos y adversidades; donde nuestra privacidad es invadida por servicios secretos y nuestras palabras son censuradas por gobiernos entrometidos; donde los bosques están siendo aniquilados, especies exterminadas y océanos envenenados: ¿qué nos sentimos obligados a revelar?

En este mundo de poderes desiguales, en el que diversos órdenes hegemónicos tratan de convencernos que una nación, una raza, un género, una preferencia sexual, una religión, una ideología, un marco cultural es superior a todos los otros, ¿es verdaderamente defendible insistir que las artes deben estar sin cadenas frente a las agendas sociales?

¿Estamos nosotros, los artistas de arenas y escenarios, conformes con las esterilizadas demandas del mercado, o aprovechar el poder que nosotros tenemos: el de limpiar el espacio en los corazones y las mentes de la sociedad, para reunir a la gente alrededor de nosotros, para inspirar, encantar e informar, y crear un mundo de esperanza y generosa cooperación?

 

Brett Bailey